viernes, 26 de septiembre de 2008

Que la grandilocuencia se rebase a sí misma y las palabras se queden en el aire...............................................mi once de septiembre...

¿por qué me he llenado de emoción cuando me he enterado de los muertos de Cobija?

Me ponía horas a pensar en lo grave de no haber estado enterándome de la situación nacional, de los detalles de lo que después van a ser pequeñas manchas en los más siniestros y espectaculares bloques de historia, de la parte de nuestra contemporaneidad que necesitamos ver como enorme para sentir que el tiempo es, de alguna manera, una masa legible llena de jerarquías....
(otro ejemplo más bonito: "mis" profile pictures en el facebook y los de los demás como una forma de alargar y acortar las hojas de los calendarios (mis calendarios) y darles perspectiva, jajaja)

Bueno, la cosa es que me he metido a leer periódicos y a hacer teorías de cafetín sobre la fácilmente detectable evolución de la edición en los noticieros, sobre el diálogo entre las dos partes y sus gigantescos contextos (o sea del tamaño del mundo), sobre la filosofía de sus maquilladores (por decirlo de alguna forma), etc, etc, etc...

Aquí uso la típica de mi amigo de compararlo todo con el ajedrez.
Pues sí, me he quedado hiperembobado viendo la capacidad de cada ficha, el sentido de sus limitaciones, la moralidad de los que lo ven todo como anquilosados, su absurda y arbitrara importancia...y pam! Cuando de repente, lenta y violentamente, se mueve todo el mecanismo, sólo le queda a uno el orgullo de saltar y decir: soy un pendejo, sabía que iba a pasar exactamente eso, eso, eso... los hechos han lapidado a mi margen de error como a un leproso...
YES!
Men hay 16 muertos, qué increíble?!?!?
WUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUUU
(y en serio era esa sensación, por más que no haya dicho el wuuu)
Y ese tipo de emoción la han tenido seguro muchos taxistas, muchos vendedores de revistas y demasiados expertos en instalación de redes medio ensimismados...

Que todavía mucha gente siga diciendo: si eres blanco en La Paz ya no eres nadie, o: ahora ya nada es seguro, cualquier momento bajan del Alto y ahí sí nos cagan...
sí está bien chistoso....
Me hace pensar en la peor sensación del mundo, ajedrecistas o no: las veces en las que, a pesar de que cada ficha contraria está apuntando hacia un jaque mate en específico, seguimos pensando que nuestra torre se esta abriendo camino aceptablemente nomás en pos del peón que nos está jodiendo al caballo...

peor...si no nos dicen mate, ni nos damos cuenta que el pobre rey estaba ahí a dos segundos de ser empalado... que ya estamos en el preciso momento en el que el tiempo se ha desdoblado hermosamente, como sólo el ajedrez lo puede desdoblar, jajajajaja....
el universo se ha caído y no se ha caído....
y nunca, nunca, nunca se cae...

Ahora lo mato!
No hijo, ahora es hora de guardar las fichas...

La peor sensación...
la primera asquerosa, la otra...no sé, muy coitus interruptus
(si esas no fueran las reglas del ajedrez, ténganlo por sentado, estaría escribiendo sobre el punzante dilema de escoger la ficha indicada para humillar a mi oponente...peor, sobre si tomar o no la opción de dejarlo vagar por ahí al rey (Lear..yaaaa) en medio de peones burlones hechos todos reinas amenazantes y concupiscentes)

Y nada más lejos de mi emoción de Cobija...
1. Era el espectador sabelotodo en un campeonato de ajedrez, ese que se levanta a señalar al ridículo adolescente que no ha aprendido hasta ahora a jugar...
(qué boludos no? O sea, cuando algún amigo se me viene a hacer al pendejo y luego dice: no sé cómo va ese juego, me acuerdo de Sancho y duermo tranquilo...qué patético)
2. Como, hasta cuando lo único que de mí quede sea mi sabor en el eructo de un gusano, todo este movimiento va a seguir estando en la mitad, lo que he(mos) visto ha sido un precioso clímax, una carnicería sin pesadas capitulaciones...no, mucho más especial, un habilísimo sacrificio de peones....
Y cuando ese tipo de movidas, especialmente si se las sospechaba, se concretan...
pues todo el placer....
(los grandes ajedrecistas deben tener cierta tendencia al masoquismo psicológico in extremis...algo así estilacho paranoides con mente de balano)


bueno, la cosa es que....
no sé...
es tan fácil acceder a las movidas veladas de los dos bandos, que ser ignorante, para un boliviano globalizado (es decir criado, de alguna manera, directamente por gringos), es una decisión, no una carga ni una imposibilidad...
llorar en grupo por los muertos en el 11/9...
como los gringos imbéciles...
tiene también que ser valorado de algún modo.....

miércoles, 3 de septiembre de 2008

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